Desde el 28 de julio a las 12 meridiano el presidente encargado Francisco Sagasti dejó la posta presidencial a Pedro Castillo Terrones, quien a partir de ese momento se encargaría de administrar al país, luego del veredicto del Jurado Nacional de Elecciones, que lo da por ganador en ajustados 40 mil votos de diferencia, frente a la candidata Keiko Fujimori Higuchi (partido conservador FUERZA POPULAR), en un balotaje muy controvertido por la falta de transparencia y abundancia en irregularidades.
Dentro de un ambiente de zozobra en la población, que en su mayoría no es comunista, y que argumentaba su desconfianza frente al candidato electo, en tanto que éste, sin partido alguno, estaba auspiciado por la agrupación de "PERÚ LIBRE", de extrema izquierda, donde su presidente Vladímir Cerrón, estaba vetado a participar en la reciente contienda, por tener una condena de 4 años (sospechosamente suspendida), por el cargo de corrupción en la administración como gobernador de la región Junín.
Pedro Castillo, profesor rural de educación primaria, que no ejerce hace una década por gozar de licencia sindical, es una persona de conocimientos muy elementales, que lo aleja notoriamente de ser un estadista con capacidad a dirigir un país, es también sindicado de estar rodeado de personas implicadas por corrupción y apología al terrorismo. Por el momento ya se ha detectado a dos de su bancada congresal, que actualmente, enfrentan acusaciones del ministerio público por los delitos mencionados, mostrando interés únicamente en querer cambiar la Constitución, carta magna que, al parecer de conservadores e izquierdistas moderados, se debe mantener haciendo las enmiendas que resulten pertinentes; la razón es obvia, le permitió al país crecer en 20 años consecutivos, siendo admirada por conspicuos políticos de otros países.
El interés de esta facción política sería tomar como pretexto la distribución de la riqueza, que no es por el redacto de la constitución, sino, por la corrupción de sus autoridades locales, la mayoría de ellos allegados a la izquierda, y que en la actualidad afrontan juicios por perjudicar al Estado, haciendo de todo ello un sofisma ante la población menos informada del país cuando su verdadero propósito es, al estilo cubano y venezolano, perennizarse en el poder.
La reciente y estrenada administración de Castillo, ya comienza a ser identificada como irrespetuosa ante la libertad de expresión, habiendo dicho públicamente, de intervenir medios y enjuiciar a periodistas que discrepan de su ideario, escrito por el Vladimir Cerrón, presidente del partido "PERÚ LIBRE" y actualmente sentenciado, de ser, quien maneja el poder reciente adquirido, detrás de la figura presidencial.
La verdad ante todo ello, describe a una población en su mayoría no comunista, mostrar una gran desconfianza en el porvenir del país; incluso de los que votaron por él, que comienzan a ver por la postura del nuevo mandatario, que la lucha a favor de la salud y crecimiento económico, fue solo una argucia electoral, que "ayudada" por las irregularidades en los últimos comicios, estuvieron en el cálculo político para hacerse del poder.
También preocupa de la actitud de Pedro Castillo y su entorno, su desdén ante las fuerzas policiales y militares, al haber nombrado como primer ministro a Guido Bellido, congresista que fue desestimado para conformar comisión alguna dentro del Parlamento, al igual que su congresista de bancada Guillermo Bermejo, ambos, que en la actualidad no han zanjado con el terrorismo, y peor aún hacen apología de dictadores como el de Cuba y Venezuela y, en audios encontrados se les escucha decir que cuando se llega al poder ya no se le debe dejar y que la democracia es una estupidez, (en verdad, para este adjetivo usaron una coprolalia, que consideramos por respeto no reproducirla).
Actos como el tardío e incompleto gabinete, que al cierre del presente artículo acaba de nombrar en la cartera de economía a Pedro Francke, economista del partido de izquierda, que recién hace 2 días había sido desestimado por el mismo Vladimir Cerrón a través del actual presidente. También fue nombrado en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que también faltaba, a Aníbal Torres, abogado conocido por su participación en el gobierno militar del dictador Velasco Alvarado.
Idas y venidas, contradicciones de un día para otro, hacen que la presidencia de Pedro Castillo acentúe la desconfianza en la población y la inversión privada, una muestra, es lo acontecido con la moneda nacional, cuya devaluación diaria es de 3,62%; y que actualmente se cotiza en S/ 4,07 por dólar estadounidense.
Al final, la mayoría de los peruanos (75%) no quiere una nueva constitución, sí, que se le haga las enmiendas necesarias, sin trastocar el carácter democrático de la misma.
Al cierre de página, y relativo al tema económico, lamentamos el deceso del economista Roberto Abusada (75 años), quien, con sus conocimientos divulgados en diferentes empresas, instituciones y el mismo ministerio aportó al crecimiento del país.
