Han transcurrido 17 años, que recordamos con alborozo la decisión II-5 de la conferencia de las partes en el convenio del 17 noviembre de 1995, relativo a la elaboración de un protocolo sobre la seguridad de la biotecnología, especialmente los movimientos transfronterizos de los organismos vivos modificados resultantes de la biotecnología moderna que pueden tener afectos adversos para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica.
Esto indudablemente reafirma el enfoque de precaución que figura que figura en el principio 15 de la Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo.
Los diarios capitalinos del Perú, en especial "El Comercio" titula una interesante nota periodística: "El Perú tendrá mas recursos para proteger la diversidad biológica" con motivo de haber concluido en la India la conferencia de las partes sobre la diversidad biológica con una serie de acuerdos favorables.
Un punto interesante por ejemplo es el acuerdo sobre movilización de recursos financieros del plan estratégico 2001-2020, implicará que los países mas desarrollados desplieguen los recursos y financiamientos destinados a implementar acciones que busquen la preservación de la biodiversidad en países menos desarrollados en marcha hacia el año 2015 y los impulsos de inversiones sostenibles y con financiamiento.
En el caso del Perú entre otros se dispuso reconocer como prioritarios a aquellos países que constituyen centros de origen y diversificación biológica.
Manuel Pulgar Vidal, ministro del ambiente, ha considerado altamente relevante incluir en el presupuesto nacional recursos que permitan asegurar la sostenibilidad de la diversidad biológica a fin de cumplir los compromisos internaciones asumidos.