La crisis en Europa y los EE.UU., donde se iniciara(2008-2012), quedó signada por la subida abrupta del petróleo y de los alimentos, que posteriormente llevó a una marcada recesión por la notable reducción de la demanda. Esta frenada de la producción ha comenzado a golpear las expectativas de los países emergentes entre los cuales se encuentra obviamente el Perú.
Sin embargo y, a opinión de conspicuos analistas y reconocidas entidades mundiales, el Perú se presenta con "mayor capacidad de maniobra para usar sus políticas monetarias y fiscales a fin de mantener su crecimiento económico" (THE ECONOMIST). Porque, el país ha entendido desde hace más de dos décadas, la necesidad de una política de libre mercado, que comenzó a generar riqueza, la cual hoy es vital, para la realización de una política de inclusión social.
Porque Perú, valoró la importancia de la participación privada en compensación a un absoluto gasto e intervención del Estado; así como, la estabilidad en las reglas de juego para la inversión, con un poder judicial autónomo que brindará confianza en la estabilidad de las reglas de juego.
Perú enfrentará mejor posesionado la desaceleración global, porque en 10 años ha recibido más de 200 mil millones de dólares en inversiones, donde el
70,4% proviene del sector privado nacional y 14,5% de inversión extranjera y porque la pluralidad de países en las firmas de los TLC, no nos limitan a una Europa que todavía tardará en su recuperación o un EE.UU., que muy lentamente viene recuperando su dinamismo económico.
Lo acertado de la política económica peruana se refleja en la reducción de la pobreza extrema en 13 puntos porcentuales en el periodo 2002-2009, ya que en lo relacionado a la pobreza lineal, presentó 19 puntos porcentuales. El PBI (Producto Bruto Interno), en ese mismo periodo señaló un crecimiento del 50%; y que hoy se encuentra pasando los 150 mil millones de dólares.
Aunque sectores políticos radicales, representados en algunas ONGs, vienen maltratando la inversión minera, cabe recordar, que ellas pagaron, sólo hasta el 2010, S/.35,000 millones en impuestos a la renta, que equivale al 33% de lo recaudado de todas las empresas peruanas y, donde la transferencia a los gobiernos locales fue de S/:15,000 millones y que inexplicablemente en la mayoría de casos, por falta de capacidad, no lo han revertido en beneficios para la comunidad.
El "chip" del modelo económico peruano, cambió desde 1990, ya que en adelante y, por ejemplo en el 2010 las exportaciones no tradicionales, registraban un incremento del 1,000%. Así la agroexportación, para ese mismo año, superó los US$3,000,000, comenzándose a registrar, por increíble que fuera y gracias a este crecimiento económico, un incremento de 3,5 millones de puestos de trabajo.
Ahora que estamos integrados comercialmente con las economías más grandes del planeta, gracias a ese viraje pragmático de nuestra economía, que servirá de base para la inclusión social; debemos ser celosos guardianes del modelo, y comunicar al mundo, que somos la mejor opción para los capitales foráneos y de la región misma, presentando un país confiable y pacífico, donde la palabra inversión significa beneficio mutuo.