Más parecido a un mensaje presidencial por 28 de julio (aniversario patrio), pero diferenciado por la ausencia del Congreso, fue la presentación de proyectos de gobierno por parte del presidente de la república Martín Vizcarra y su Primer Ministro, Vicente Zeballos, ante un auditórium conformado por gobernadores, alcaldes y algunos políticos, en Palacio de Gobierno (Lima, Perú).
Muy a su estilo (populista), su discurso, en cuanto a medidas, ya comienza a preocupar a gran parte de la opinión pública, por ser meramente declarativas, porque no llegan a concretarse. Se dirigió en cadena nacional, anunciando entre otras, cuatro centrales, como la obligación de expender medicina genérica a boticas y farmacias; aumentar pensiones y sueldo mínimo a partir del próximo año, los cuales serán revisados todos los años a partir del 2020; control para las empresas en cuestión de concentración y fusiones y la reactivación de los proyectos y obras paralizadas.
La falta de coherencia fáctica reposa en la actual ausencia del Congreso, el cual, él mismo, acaba de disolver y por ende, esos decretos no podrán ser revisados y aprobados hasta la instalación del nuevo parlamento que será elegido en enero del próximo año.
También despierta la suspicacia de los expertos en materia judicial, económica y política, el hecho de que el Tribunal Constitucional esté ad-portas de pronunciarse sobre la inconstitucionalidad o constitucionalidad del cierre del Congreso, ya que de fallar a favor de la acción legal presentada por Pedro Olaechea, Presidente de la Comisión Permanente del Congreso, la situación podría revertirse a fojas cero y poder dejar sin efecto las elecciones del 26 de enero del 2020 impuestas por el mandatario, según él, interpretando el "deseo del pueblo" .
La verdad es que este plan de trabajo presentado por el ejecutivo en dos actos, uno del presidente y el otro más extenso, a cargo de su primer ministro Vicente Zeballos, no es otra cosa, al entender de los más conspicuos críticos de la política actual de gobierno, que una salida distractiva frente a la inactividad y actuar cero de su gestión.
Se puede afirmar, que a año y medio para finalizar su periodo, no se puede exhibir ninguna obra significativa para el desarrollo del país, si ni siquiera ha atendido la reconstrucción de los servicios básicos en el norte del país a causa de las inundaciones ocurridas hace más de dos años.
El presidente Vizcarra se vio urgido de presentar su discurso, más por el requerimiento de la población, que le increpa inacción, más aún ahora, que no tiene obstrucción, como él decía, por parte del Congreso, que por el hecho de presentar su nuevo gabinete ministerial compuesto por ilustres desconocidos en materia técnica-política.
Por ejemplo y respecto al requerimiento de medicamentos genéricos, más que una ley que obligue a farmacias y boticas a tener stock, se trata de ejecutar una política unitaria pública-privada del país en la importación de estos productos, que por años espera su implementación, así como confrontar con decisión a los laboratorios involucrados.
En lo concerniente a sueldos y pensiones, el primero afecta a la entidad privada para la generación de más puestos de trabajo y al Estado a seguir propiciando una burocracia cada vez más abultada, cara e ineficiente, porque se deja de lado la meritocracia. En cuanto a lo segundo, las pensiones, estas se ven afectadas porque la primera medida no incentiva a la empresa privada a tomar más trabajadores formales y por parte del gobierno, éste es el principal deudor de los fondos de jubilación.
Ahora la normativa sobre las fusiones de empresas, éstas son buenas cuando la medida se ejecuta con la finalidad de impedir monopolios, para lo cual ya existe una ley, pero que sin embargo, es negativa cuando impide que éstas se junten con el fin de crear sinergías para abaratar costos, que al final, redunden a favor del consumidor.
En lo que respecta a la reactivación de proyectos paralizados, y que ha sido una iniciativa de la contraloría, basta con dotarla de mayor presupuesto para que pueda cumplir con sus funciones, dinero hay, y no sería un gasto, sino más bien una inversión, que coadyuvaría al crecimiento económico.
Finalmente y mirando al país dentro de un contexto regional, donde Venezuela, Ecuador, Uruguay, Argentina, Bolivia y recientemente Chile, presentan convulsión social, el Perú, comienza a ser más atractivo para las inversiones, sin embargo, esta oportunidad pierde fuerza ante discursos anti-mineros, como el que por la libre se mandó el Primer Ministro Zeballos en razón al permiso ya otorgado al proyecto minero "Tía María", al decir que los decretos están sujetos a controles posteriores y a licencias sociales.
Se demanda pues del presidente Vizcarra, en lo que le queda de permanencia, que empiece a gobernar con decisión política de brindar mejor salud, educación, seguridad, que la población necesita con urgencia, y también respeto a los estamentos del país y de todos los peruanos.