La actual confrontación entre los poderes del Estado peruano, luego de la elección de julio del 2016 de Pedro Pablo Kuczynski, como presidente de la república y, la obtención de una clara mayoría en el Congreso por parte de Keiko Fujimori, como presidenta de Fuerza Popular, nos deja la sensación de que el país perdió la oportunidad de tener un buen gobierno para los peruanos.
Se entiende así, porque ambos partidos, "Peruanos por el Cambio" y "Fuerza Popular" tienen la misma posición en materia económica, sin embargo, la confrontación entre ambos fue el talante en vez de gobernar con acierto y tranquilidad que el panorama electoral había definido por voluntad del electorado peruano.
En actual análisis, todo hace ver, que la ambición por el poder y la repartición de los puestos dentro del Estado, primó ante los reales intereses del país. Por ello, en vez de coordinación se optó por la confrontación, y así, en menos de dos años y medio ambos perdieron.
Los resultados hoy hartos conocidos, con PPK renunciando a la presidencia de la república, y con Keiko Fujimori en prisión preventiva, nos hace pensar que el país fue el principal perjudicado, porque la lucha contra la pobreza no se dio, y más bien en su lugar, fuimos testigos de la gran corrupción en la que el país había vivido, según dio a conocer el caso "lava jato," que involucró desde funcionarios hasta presidentes del país, pasando por empresarios y medios de comunicación.
Dicen los politólogos que en el poder, es donde hay que tener mejor manejo de la circunstancias, sino las consecuencias nefastas serán inevitables; sin embargo nuestra clase política no pone conciencia en ello, y vemos, que no solo los partidos principales del país han sido auto-afectados, sino que también Acción Popular, luego de ganar con amplitud las elecciones municipales con Jorge Muñoz en Lima, y varias provincias del país, en la actualidad se ve dividido en razón que el ex presidente Raúl Diez Canseco enfrenta hoy a Alfredo Barnechea por la supremacía dentro del partido de Belaúnde, por la representación a la presidencia en las elecciones con miras al 2021.
De la izquierda, ya son reiterativos sus desencuentros, sino recordemos como se dividieron sus miembros de bancada en el Congreso de la República ni bien empezado el actual periodo.
Se necesita menos intereses subalternos y más conciencia de país por parte de las agrupaciones políticas para salir adelante.
El decrecimiento de los ingresos tributarios, que, en el 2014, registró más del 16% del PBI respecto al 13% del 2017, nos indica claramente el retroceso en materia económica, que si en realidad, a nivel de región no estamos mal, pero que podríamos estar mejor ofreciendo mayor y mejores oportunidades de trabajo para los jóvenes y óptimas condiciones de salud, educación y justicia para la población.
Respecto a la educación, hay que mencionar que la currícula todavía no ha quedado definida a nivel nacional, a tal punto, que el virtual gobernador de Puno Walter Aduviri, quiere imponer en la región, contenidos al margen del Ministerio de Educación.
En lo que respecta a la justicia, existen grandes controversias en tanto a los acuerdos que la fiscalía ha llegado con Odebrecht, por ser estas muy contrarias a los intereses del Perú. Se calcula que en las obras ejecutadas con sobrevaloración por parte de la mencionada transnacional y las demás consorciadas, han perjudicado al país en más de 12.000 millones de dólares, por lo que la reparación se estimaba en un tercio de esta cantidad, sin embargo el acuerdo determinó que se debía pagar solamente y en soles la suma de 610 millones, pagaderos en 15 años y con la obligación de contratar con ellos en futuras concesiones.
A la fiscalía se le imputa negligencia, unos dicen que por falta de experiencia e idoneidad y otros hablan incluso de sobornos a los fiscales por haber determinado estos ínfimos montos, esto se agrava cuando la fiscalía en el acuerdo no ha zanjado la posibilidad de contrademanda por parte de Odebrecht al Perú por unos 2.000 millones de dólares,
La opinión de la población estriba en que primero debió apresárseles a estos empresarios tanto extranjeros como nacionales, paralelamente haberle confiscado sus bienes y a partir de ello recién negociar, así como sucedió en Brasil, sin embargo hay expectativas porque este acuerdo de negociaciones se mejore a favor del país para resarcir el daño causado.
En el año que acabamos de cerrar la recaudación ha experimentado una ligera recuperación, 14% del PBI, por ello hacemos votos para que los políticos sean responsables y actúen dentro de los objetivos para los que el pueblo los eligió, y el 4,5% de crecimiento proyectado para este 2019 tienda a más, ya que las posibilidades económicas comienzan a mejorar en el sector minero, y la construcción también presenta visos de crecimiento, que como sabemos es la locomotora del desarrollo, finalmente se invoca a las autoridades del país y políticos en general a trabajar sinceramente por el país.