Público de todos los sectores acudieron raudamente a la histórica Gran Avenida Brasil para ver el gran desfile de Fiestas Patrias que celebró Perú en la capital de esa República. Algarabía hubo por doquier, desfiles pre-militares y militares el país. La verdad hubo espíritu de fiesta y de celebración. Se cumplían 189 años de la Independencia. Sin embargo no se pueden ocultar algunos actos aislados a favor de las clases menos favorecidas así como de reclamos al gobierno por los precios del gas que se consideran un tanto elevados.
El desfile militar, estuvo rodeado de gran espíritu patriótico y el público aplaudió a las fuerzas militares, policiales, marina y aviación por su correcta presentación que hizo recordar a muchos desfiles de este corte en históricos años pasados.
Era una fecha especial para recordar momentos de gran valor histórico y cultural así como el legado que se heredara de sus ancestros, sus milenarios monumentos y el gran Machu Picchu erguido y majestuoso, enclavado en una zona privilegiada de la capital del Imperio Inca.
Fecha histórica porque se recuerdas a don José de San Martín, argentino de nacimiento, pero de corazón y espíritu americanista y que fuera el artífice en el largo y peligroso proceso de su independencia del "yugo español" Si recorremos ligeramente las corrientes libertarias encontraremos que en el siglo XVIII, aparecen esta clase de movimientos como los que se desataron en 1776 con la independencia de los Estados Unidos, hecho que precedió la caída de la monarquía francesa. Luego estas acciones, aparentemente aisladas, repercutieron en los países de América Latina, donde se realizaron movimientos de protesta a favor de la libertad.
Dicen muchos historiadores que a comienzos de 1816, quedaban dos grandes focos a favor de la libertad. Las Provincias Unidas de Rio de la Plata, Argentina, y la Región de Los Llanos Orientales del Orinoco (Venezuela). Fueron dos históricos lugares desde donde partieron las dos corrientes libertadoras que convergieron hacia el Perú. La del sur al mando de Don José de San Martín (1820) y la del norte bajo el mando de Don Simón Bolívar, hombre de gran temple, verdaderos estrategas y visionarios que lucharon por una América Libre e Independiente. A pesar de los años de independencia, estos pueblos siguen luchando por alcanzar un desarrollo que signifique la satisfacción de sus necesidades primarias y una auténtica erradicación del analfabetismo que aún subsiste en el Perú y otros países, de la América morena en porcentajes inaceptables. Luchan, estos pueblos, por mejores condiciones de vida y una educación que signifique la transformación de nuestras riquezas en productos manufacturados con valor agregado.
Mencionaremos ligeramente al Libertador de Chile don Bernardo O'Higgins, gran amigo de San Martin que prometió reencontrarse en Lima con el general. Llegó tardíamente. San Martin ya había declarado la independencia del Perú. San Martín, en su calidad de Protector del Perú, asignó a O'Higgins la hacienda Montalván en San Vicente de Cañete, donde se dedicó a la agricultura, después quiso volver a su Chile querido y lo intentó por tres veces y en todas, antes de partir, enfermaba. Murió un Octubre otoñal.