Mientras muchos países afectados duramente por el COVID-19 desearían tener por lo menos una vacuna a disposición, Cuba está desarrollando nada menos que 5 vacunas antiCovid-19. Dos candidatos vacunales cubanos se encuentran ya en la fase III de ensayos clínicos, estas son Soberana 02 y Abdala. Pero Cuba tiene además tres vacunas en fases de ensayos anteriores a la fase III Soberana 1, Soberana Plus y Mambisa, siendo esta última una vacuna intranasal, es decir sin necesidad de ser administrada por inyección. El anuncio de estos avances trae un aire esperanzador no solo para la sociedad cubana sino para el mundo.
La peculiar vacuna Soberana Plus para convalecientes
Las vacunas del grupo Soberana son producidas por el Instituto Finlay en colaboración con el Centro de Inmunología Molecular (CIM) y el Centro de Biopreparados (BioCen). Información genética es insertada en células superiores de mamíferos en las vacunas de este grupo; pero algo especial peculiariza a la vacuna Soberana Plus y es el hecho de que está especialmente diseñada para proteger a las personas convalecientes de COVID-19 que presentaron un cuadro clínico leve para así elevar el nivel de inmunidad. El CECMED (Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba) acaba de aprobar el inicio de ensayos clínicos de fase II para Soberana Plus.
Ya se inició la aplicación de la segunda dosis de Abdala y Soberana 02
Según BioCubaFarma, el lunes 5 de abril se inició la aplicación de la segunda dosis de las vacunas Abdala y Soberana 02 después de que el pasado 3 de abril concluyera la aplicación de la primera dosis de la vacuna Abdala con la administración de la primera dosis al voluntario número 48 mil. Los candidatos vacunales Abdala y Mambisa han sido desarrollados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba.
Mambisa, la vacuna que se administra de forma intranasal
Según el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) el candidato vacunal Mambisa se puede emplear en convalecientes de la pandemia de COVID-19 y también como dosis de refuerzo de otras vacunas, tanto cubanas como extranjeras.
Mambisa se basa en uno de los antígenos de la vacuna terapéutica contra la Hepatitis B: Heberbiovac HB, desarrollada también por el CIGB y que así mismo utiliza la vía nasal.
El Insituto Finlay de Vacunas
El Instituto Finlay de Vacunas es una organización científica cubana dedicada a la investigación y producción de vacunas humanas. Esta institución fue creada en 1991 en honor al Dr. Carlos Juan Finlay, un renombrado epidemiólogo cubano, que descubrió que la fiebre amarilla se transmite a través de un agente biológico intermedio, capaz de propagar la enfermedad de un sujeto enfermo a uno sano. Siempre al servicio de la salud, el instituto es considerado uno de los centros de mayor prestigio y reconocimiento a nivel internacional en su rama. Luego de muchos años en el campo de la biotecnología cubana se incorporó al instituto el Centro de Química Biomolecular (CQB), una institución química cubana también dedicada a la investigación y desarrollo de vacunas lo cual dió origen en el 2016 el renovado Instituto Finlay de Vacunas.
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba
Fundada el 1 de julio de 1986, la institución pertenece al Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) y constituye una de las dos entidades cubanas aprobadas como Empresas de Alta Tecnología. El centro constituye un gran complejo investigativo-productivo dotado de equipamiento de punta con capacidad de producción importante.
Jugando un rol integrador en la esfera de la biotecnología cubana, con alta capacidad científico-técnica el CIGB cuenta con más de 350 investigadores en diferentes áreas de trabajo, tanto en plataformas tecnológicas de proteínas recombinantes, péptidos, células de organismos superiores y de productos terapéuticos.
Pero estas vacunas cubanas no son los únicos productos médicos desarrollados en Cuba y dedicados a la lucha contra la pandemia, ya en abril del 2020, en la fase inicial de esta, se distribuyó entre la población de la isla el medicamento Prevengovir, un refuerzo inmunológico homeopático para ayudar a prevenir infecciones virales como el Covid-19 y otras gripes comunes.
Sin duda alguna la biotecnología cubana está bastante desarrollada y goza de alto prestigio a nivel internacional. Este alto nivel tecnológico en esta área es producto también de la excelente educación superior que el gobierno cubano ofrece.
Se prevee que para agosto de este año la mitad de la población de la isla gozará de inmunidad y que para finales de este año Cuba estará entre los primeros países que habrán logrado inmunizar a su población contra el COVID-19 en forma completa.
Se podría incluso ir mas allá y preveer que cuando se reanude el turismo hacia Cuba, la visita a la isla incluya no solamente las playas y el calor del pueblo cubano sino también una vacunación con una de las vacunas desarrolladas en la isla.
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