Durante mi visita a La Habana, descubrí una ciudadela de ensueños con música, luces, colores y fantasía: el cabaré "Tropicana".
Haciendo un poco de historia, a finales del 30, Mina Pérez Chaumont, viuda de Truffin (propietario de la villa) decide el arriendo de la propiedad a un grupo de empresarios encabezados por Víctor de Correa, quienes deseaban montar un night club. El coreógrafo y director de espectáculos Sergio Orta es quien sugiere el nombre de Tropicana, inspirado en la melodía homónima del compoitor y flautista Alfredo Brito, estrenada en el mismo lugar, y con esta denominación es que se da a conocer a partir de las festividades de fin de año en 1940, justamente un año atrás la joven boîte de nuit había abierto sus puertas la misma noche de San Silvestre. Y así rápidamente Tropicana conquista el favor de los mas selectos y pudientes.
El año pasado celebró sus 79 años de vida el legendario cabaré habanero de renombre mundial el que se encuentra en la Habana en la zona de Marianao. Se le conoce como "Un paraíso bajo las estrellas" ya que fue construido al aire libre en una zona boscosa aprovechando el fresco de los árboles convirtiéndose en un cabaré completamente diferente. Imagínese una exquisita terraza a cielo abierto. Ese lugar es verdaderamente idílico ya que no sólo cuenta con su inmenso "Salón Bajo las Estrellas" que está rodeado de un exuberante jardín tropical aportando al visitante la sensación de estar en un mundo irreal de exótico esplendor, sino también posee un precioso salón fabricado en concreto y cristal "El Salón Arcos de Crsital" para hacer presentaciones en noches invernales o de lluvia. Una bella joya arquitectónica de la época, única en su clase.
Desde el momento que llegamos a Tropicana uno se siente como en otro mundo, verdaderamente la vegetación, las hermosas fuentes con motivos un tanto paganos y los caminos que nos llevan al cabaré poseen en si una especie de embrujo, se lo podría comparar a un templo. Imagínense si el lugar ya algo fascinante, lo que hace más excitante son los espectáculos y el ambiente que se forma con típico sabor cubano.
Llegando al "Salón Bajo las Estrellas", está uno ya completamente envuelto en una sin igual maraña de sensaciones listo para ser arrollado por el tremendo show, no solo por la precisión de su coreografía y brillante escenografía sino por las legendarias bailarinas cubanas.
Esta vez la revista se titulaba "Oh La Habana". El show empieza verdaderamente cuando de improviso por todos los lados de entre el publico y de lugares estratégicos bien camuflados empiezan a aparecer un sinnúmero de bailarinas con multicolores, lujosos y breves atuendos. La revista cuenta con dos partes y en la pausa descienden los bailarines de la plataforma del escenario de tal manera que todo se convierte en una gran pista de baile para que el público pueda participar activamente del ambiente carnavalesco que ya se ha encendido. Los sones, los pregones, las baladas y boleros, sin excluir las guajiras, y la presencia de la canción española, son reflejo de esa diversidad cultural que caracteriza a la isla caribeña, y que la dirección del espectáculo se encargó de combinar, equilibradamente, con la presencia de los bailes matizados cuidadosamente, por el erotismo afrocubano.
A través de diversos cuadros donde se hibridan música y danza, resalta la calidad del elenco artístico, integrado por 12 cantantes, 12 bailarines solistas, 60 bailarines del cuerpo de baile, 45 figurantes, 6 acróbatas, una contorsionista, una orquesta con 38 músicos, un grupo folklórico de 9 músicos y un coro de 14 cantantes, todos bajo la dirección del director artístico, Juan Armando Pérez, el jimagua de Tropicana. El espectáculo cierra con broche de oro, cuando un verdadero carnaval, hace dialogar a través de la rumba y los bailarines salen apresurados a la pista a lucirse con su pareja ante todo el público cubano y extranjero. ¡Si he visto en mi vida buenos bailarines de ritmos tropicales, es en Cuba y especialmente en la pista de Tropicana que me han impactado tanto técnicamente como artísticamente sus bailarines y sobre todo la explosión de energía, sus vestuarios y la buena música!
Este cuenta con una orquesta propia, un sinnúmero de bailarines de primera calidad y cantantes conocidos no solamente en Cuba. Por este escenario del Tropicana actuaron artistas de gran calibre internacional como Carmen Miranda, Nat King Cole y aquí cabe señalar como aquel famoso moreno americano hizo delirar a las habaneras con canciones como "Adelita, El Bodeguero, Ansiedad" y otros, Liberace, Pedro Vargas, Xiomara Alfaro, Celina y Reutilio, Los Huaracheros del Oriente, Berta Dupuy, Celia Cruz, Olga Guillot y más. Legendaria son las recordadas bailarinas cubanas "Las mulatas de fuego" que era un ingrediente importante en los años 50 en todas las revistas de este cabaré.