Tras la renuncia de Guido Bellido, presidente del Consejo de Ministros, a entender por orden del presidente Pedro Castillo, parte la bancada oficialista del Congreso, se manifestó en contra de tal decisión.
El malestar político deviene por el nombramiento de Mirtha Vásquez, que si bien es cierto es militante de izquierda, no pertenece al partido de gobierno de PERÚ LIBRE.
Por el lado de la oposición, se ha dado una distención a la situación política del país, ya que ésta, venía muy tensa con el presidente del gabinete renunciante, quien era criticado por el maltrato y constante confrontación con la prensa peruana.
También la situación económica había comenzado a distorsionarse por la incertidumbre en la toma de decisiones que caracteriza al mandatario peruano, quien a entender de la ciudadanía, no estaba preparado para el cargo de presidente, así la divisa estadounidense, solamente en la última semana se debilitó en 13%.
El reflejo del caos de las últimas semanas se daba con mayor preponderancia, en las importaciones necesarias para el aparato productivo del país, que ha elevado el costo de vida en 3,25%, sobrepasando lo estimado por el Banco Central de Reserva. Al respecto, ha sido tranquilizadora la ratificación de Julio Velarde en el BCR, faltando eso sí, el nombramiento de tres directores, cuyo perfil ya ha sido presentado por el economista.
La fractura en la bancada de PERÚ LIBRE, se da por el lado del ala radical relacionado con SENDERO LUMINOSO (movimiento terrorista), que no ve conveniente su asociación con la llamada izquierda moderada del país que representa el partido NUEVO PERÚ entre otros partidos progresistas.
Si por un lado estos recientes cambios dan visos de entendimiento entre las fuerzas políticas del gobierno y la oposición, no deja de ser preocupante que algunas carteras ministeriales como las del Interior, Defensa y Justicia estén en manos de miembros relacionados a movimientos subversivos.
Por mencionar uno al respecto, tenemos la designación de Luis Barrenzuela en el Ministerio del Interior, quien hasta esta semana todavía era el abogado de Vladimir Cerrón (condenado a 4 años por corrupción), quien gracias a sus influencias en el poder judicial se encuentra con condena suspendida.
El actual titular del Interior en su época de policía tuvo 158 sanciones, que van desde abandono de servicio hasta abuso de autoridad. Es preocupante que siendo tan allegado a Cerrón, líder de su partido, tenga ahora a la mano información de inteligencia muy sensible para la seguridad del país.
Es verdad también, que la oposición viene preparando con parte de la ciudadanía la vacancia presidencial, ello debido a que el presidente renunciante de la PCM amenazó con el cierre del Congreso, por lo que más que un apoyo, representaba un óbice en las relaciones entre estos dos poderes del Estado.
Pedro Castillo asegura actuar de buena fe en pro de la democracia, sin embargo no se condice con el cotidiano enfrentamiento que produce entre los peruanos cuando va a los pequeños pueblos del interior del país y con sofismas malintencionados culpa a la capital y empresarios de su pobreza.
El Perú es un país de emprendedores, que se autogenera empleo, y también son los pequeños empresarios los que se ven aludidos en esta confrontación que el presidente realiza entre ricos y pobres como suele calificarlos.
La ciudadanía puede entender las limitaciones de Pedro Castillo, pero le reclama el hecho que no convoque a los que más saben y quieren trabajar por el país, para él, ser de derecha es sinónimo de corrupción, cuando la mayoría que enfrenta estos cargos pertenecen a su partido, con el agravante de ser muchos de sus miembros condescendientes con la subversión.
Es saludada la decisión del Presidente Castillo de haberle pedido la renuncia a Guido Bellido, pero no es suficiente, esperamos por el bien del país, que deslinde contra la corrupción y la subversión, en pro de reconciliar al país y reactivar la economía. Ello se traduciría en el nombramiento de personas idóneas que trabajen por el país muy al margen del partido político al que puedan pertenecer, es decir convocar a los mejores.
Es importante tomar en cuenta el repunte del cobre, donde el Perú tiene alta competitividad, por lo que sería atinado que el presidente ponga en marcha todos los proyectos mineros que vienen siendo incompresiblemente postergados.
El apoyo al sector agrario debe ser para todos, y no solo para algunos, respaldar proyectos agrarios de exportación